Comenzamos
a participar desde mayo del presente año como asistentes de investigación,
lideradas por la Dra. Patricia Cordella y su equipo en la Clínica UC San Carlos
de Apoquindo. La investigación es parte de un proyecto más amplio, que a la
larga propone revolucionar la forma en que el paciente es visto en el contexto
de su hospitalización incluyendo a la familia como un colaborador en el cuidado
de sus miembros. Se entiende que la familia es la matriz de regulación
fisiológica de cada uno de sus integrantes y por lo mismo
debe sumarse a este cuidado especializado
La
investigación tiene como fin estudiar como incorporar la familia en el contexto
hospitalario y como detectar familias de
riesgo disfuncional. También explorar como influye la familia en el tratamiento
y posterior alta del paciente, y proponer un modelo práctico que pueda ser
implementado como parte del proceso hospitalario.
La
decisión surgió como una oportunidad y un desafío de
aprendizaje, el cual nos permitiría seguir enriqueciéndonos de conocimientos y experimentar
una mirada distinta de la familia, en este caso específicamente desde el área
de la salud y en un momento en el que tradicionalmente no ha sido tomada como
foco de atención. La importancia aparece en las revisiones de la literatura,
así como también se escucha diariamente en conversaciones con amigos, conocidos,
o parientes respecto a sus experiencias cuando han estado hospitalizados o
tienen algún familiar o pariente en esta condición. Hemos visto que muchas
veces las experiencias en este contexto se relacionan con una merma en la comunicación
de la información, y en muchos casos insuficientes experiencias positivas en la
relación que se establece entre personal de salud y familia. Desde ahí surgen
diversas interrogantes de nuestro rol como psicólogas en la comunicación y como
profesionales de un equipo multidisciplinario.
Desde las premisas básicas de la
teoría de la comunicación, es imposible no comunicar, siendo ésta de relevancia
en todo proceso de la vida humana y para el entendimiento entre personas. Desde esta perspectiva, la magnitud
que adquiere la comunicación como factor de cambio, como avalan diversas revisiones
sistemáticas de artículos en el que se trata el tema del acoplamiento entre familia
y hospital, cumple un rol activo durante la hospitalización de un miembro de
ésta, tanto para el paciente, como para el equipo de salud, y en especial se ha
visto también cómo la familia misma se ve afectada en estos contextos. Se
concluye así que es fundamental empezar a considerarla como factor que influye
en la mejora de la salud del familiar hospitalizado y en los mismos miembros de
la familia.
Desde nuestra
mirada como investigadoras y terapeutas en formación, sí bien existen
revisiones acerca del tema tratado, aun queda camino por recorrer, especialmente
en Latino América y en particular en Chile, ya que las investigaciones tienden
a estar concentradas en Estados Unidos y Europa. Desde ahí surge el interés de proponer
una intervención más centrada en la familia que continúe la línea sistémica
relacional y que permita abordar la experiencia de hospitalización desde sus
distintas aristas entendiendo que para la familia en su conjunto ésta es una
situación compleja y que influye en las dinámicas establecidas al interior de
la familia y con su entorno. Hemos
elegido estudiar La familia en el contexto de la UCI adultos, la familia en el
hospital de psiquiatría; la familia y una patología crónica como la diabetes y también nos ha interesado
el equipo de salud y su relación con la familia
Muchos estudiantes de
pregrado o post-grado de carreras relacionadas con la Salud, no realizan
talleres o cursos de habilidades comunicacionales o que simplemente enseñen a relacionarse
con las personas frente a situaciones de complejidad, como muestran las
revisiones; generalmente la mayoría aprende en la práctica, dejando de lado
necesidades psicológicas de la persona
y de la familia, muchas veces pasando por alto que el consultante es miembro de
una familia, y lo que vaya sucediendo no solo le afecta al paciente si no que
además a cada miembro, a la estructura y a la organización familiar.
Hemos aprendido cómo el ámbito de lo familiar se hace relevante más allá de lo
únicamente terapéutico, y cómo la mirada familiar sirve para ofrecer un
servicio de mayor calidad, de manera tal que se puedan aminorar los efectos
dolorosos y sentimientos perturbadores que siguen en muchos casos tras las
hospitalizaciones, con el fin de acercarnos a una modelo más holístico e
integral del paciente y de su proceso de sanación. De ahí la relevancia de nuestro rol como
Terapeutas en Formación, de ir tomando en cuenta a cada miembro de la familia,
como una persona única e irrepetible y nuestra labor de ir
adaptándonos a las diferentes características personales de cada actor (edad,
género, orientación sexual, etc.), es decir conocer cada cultura familiar.
La investigación nos invita y nos
pide que no olvidemos que somos individuos insertos en un sistema cultural y
familiar, y que las acciones son circulares y afectan a todos los miembros,
tanto de la familia como de los equipos de salud. Es una invitación a trasladar
la mirada del modelo biomédico, muchas veces reinante en el contexto
hospitalario, a una percepción bio-psico-social de los individuos que dé cuenta
de las necesidades y expectativas de los actores que confluyen en la atención
de salud.
Nuestro
trabajo durante este período ha sido buscar en las bases de datos
disponibles investigaciones e
iniciativas que se han realizado en el mundo. Hemos aprendido a organizar esta
información de modo de ir construyendo un mapa de los temas que se han
estudiado y de lo mucho que nos falta hacer a quienes estamos preocupados de la
salud de las familias. Veremos el modo
de hacérselos saber a través de escritos que estamos preparando.
Nosotras los invitamos a formar
parte de esto a nuevos alumnos del Instituto, ya que es una experiencia de
aprendizaje muy interesante, donde los profesionales nos han recibido con las
puertas abiertas.
Daniela
Navarrete
María
Fernanda Pulgar
Vivian
Schmidt-Hebbel
Daniza
Ruiz
Santiago,
10 de septiembre de 2015
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